Si dejara de existir tanta corrupción entre las autoridades de México, se ahorrarían millones de pesos, y no sería necesaria una reforma fiscal, pero no es así. No sólo somos la nación con menor índice de recaudación fiscal en América Latina, sino una de las naciones más corruptas de acuerdo a Transparencia Internacional, gracias en gran medida a nuestra corrupta clase política, que sólo vela por sus intereses
“Las empresas mexicanas pagan cada año 8.400 millones de dólares en sobornos a legisladores y otros funcionarios públicos para influir en el diseño y la aplicación de las leyes, según (pdf) un estudio presentado el pasado agosto por el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP)”, señalaba en su edición del 12 de febrero de 2006 Nuevo Digital.
Hoy los ciudadanos precisan defenderse y movilizarse, pues se les quiere distraer a través una medida como la de cortar la cabeza de Luis Castro Ugalde y a todos los consejeros del IFE, y esa misma clase política corrupta, quiere poner a quienes les permitan manejar a sus anchas esta nación, y sus recursos.
Por si fuera poco, el PAN desea incrementar el precio de la gasolina, lo que disparará la inflación; sin descontar que está la famosa Reforma Fiscal que no resolverá lo principal: la desconfianza que genera la gran corrupción de funcionarios de todos niveles. La gente no quiere que el dinero vaya a parar a los bolsillos de los ladrones de siempre.
Hay que revisar la historia, no dejemos que nos quiten al IFE, no dejemos que nos incrementen impuestos; no permitamos que los políticos corruptos de los tres principales partidos: PRI, PAN y PRD, vean sólo por su beneficio. Que se vayan todos... los políticos corruptos, y para recordarles quienes son, déjenles por favor un comentario en este post con alguna liga relacionada a sus acciones.
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