Silvia Vargas fue secuestrada hace once meses, y hoy, a las 11:30 horas, su madre, pidió a los secuestradores que tengan piedad de la joven, para que la liberen.
Fue en la esquina de Paseo de la Reforma, esquina con Circuito Interior, en donde en una acera y ante unos 30 periodistas, entre reporteros, camarógrafos y reporteros, se llevó a cabo una conferencia de prensa, en la que la señora Silvia Escalera, leyó un comunicado y solicitó a los periodistas no hacer preguntas.
La lectura de la señora Escalera, quien es esposa de Nelson Vargas, ex director de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte, fue escuchado con atención, y al término de éste, no hubo pregunta alguna, sólo un silencio como despedida.
Del otro lado de la avenida, fue colgado minutos antes un espectacular en un edificio, donde aparece una imagen de la joven acompañado de un mensaje que dice: “por favor devuélvanme a mi hija Silvia, serán recompensados” y en la parte baja, el número telefónico, una dirección de un sitio de internet y el correo electrónico.
A continuación, el mensaje íntegro de la señora Silvia Escalera:
De la manera más atenta y sabiendo la importancia que tiene la labor de los medios de comunicación, su impacto y poder de difusión, se solicita su apoyo para que se sumen a la búsqueda de la joven de 18 años, dando a conocer este mensaje e imagen (archivo anexo) del espectacular instalado sobre Av. Paseo de la Reforma y Mariano Escobedo, en sus diferentes espacios, de tal forma que llegue su contenido a las personas que secuestraron a Silvia Vargas Escalera el pasado 10 de septiembre del 2007.
Por su ayuda, solidaridad y colaboración, gracias.
Mensaje de la Sra. Silvia Escalera
25 de agosto del 2008.
"Muy buenos días a todos ustedes.
Gracias por estar aquí hoy, que necesito de su valiosa ayuda y colaboración para difundir mi mensaje y llegar a las personas que se llevaron a Silvia… que tienen a Silvia.
Mi hija Silvia Vargas Escalera fue secuestrada desde el lunes 10 de septiembre del 2007 y no sabemos absolutamente nada de ella. Silvia fue arrancada de su vida familiar y de su vida escolar contando con apenas 18 años.
Es por eso que el día de hoy, yo Silvia Escalera, me permito, a través de su conducto, dirigirme a las personas que tienen a mi hija.
Mi mensaje para esas personas es el siguiente:
Por piedad, les suplico que me devuelvan a mi hija, lo único que me interesa es RECUPERARLA. Quiero que sepan que el acuerdo sigue en pie, solamente devuélvanme a mi hija y ustedes tendrán su recompensa.
De corazón, no hay rencor ni odio, no habrá represalias y sí recompensa para quienes nos den informes precisos que nos conduzcan a ella o para quién nos la devuelva.
A cambio, el acuerdo sigue en pie y vigente. Yo les doy lo que ustedes me pidieron y ustedes me devuelven a mi hija. Dios se los recompensará.
Están a tiempo. Gánense el cielo, devuélvanme a mi hija y todos quedamos en paz.
Yo les pido a las personas que se la llevaron, que la cuidaron, que la han alimentado, que por favor establezcan contacto conmigo.
Estaré atenta a su llamado en el 01800 831 96 96, también en la página electrónica www.silviavargas.com.mx, así como a la espera de su mensaje en el correo electrónico silviavargas@silviavargas.com.mx. Pueden hacer su llamada de manera confidencial y anónima. Les suplico que se pongan en contacto.
Yo apelo a su humanidad, ya que ustedes seguramente tendrán a alguien que los quiere, y de la misma manera, ustedes tendrán a alguien a quien querer. En el nombre de Dios, devuélvanme a mi hija.
Gracias por atender a mi llamado.
Hasta aquí mi mensaje.
Ahora, a ustedes, a los medios, les agradezco su apoyo, apelando a su ética y profesionalismo, a su gran sentido de humanidad, a su sensibilidad para que me ayuden a difundir únicamente este mensaje, sin más información que esta que les doy de propia voz. Esperando que este mensaje pueda llegar a las personas que tienen a Silvia donde quiera que estén.
Asimismo, como madre, les pido su comprensión, ya que por el momento no puedo dar detalles sobre lo que estamos viviendo, al conservar la esperanza y la ilusión de volver a abrazar a Silvia.
Muchas Gracias.