Desde que fue promulgada la Declaración Universal de los Derechos Humanos el 10 de diciembre de 1948, quedó asentado en su Artículo 19 que "Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión".
A casi 58 años de distancia de aquella declaración, hoy no sólo los periodistas se acogen a éste derecho y a otros más, sino que desde hace tiempo los bloggers también se protejen y más aún, van ganando terreno en donde antes el periodista tenía su monopolio de conocimiento y trabajo: la información.
En el mash up que realizó Mariano Amartino con información suya, y de la nota del San Francisco Chronicle que le envió Javier, nos recuerda que luego de aquel 13 de enero de 2005, cuando escribía acerca del editor de Think Secret, quien publicaba noticias exclusivas de Apple, esta empresa expresó: "si uds reciben información interna deben decirnos las fuentes porque no son periodistas".
La nuevo en este caso, es que en dicha nota publicada el pasado 27 de mayo y de acuerdo a la justicia estadounidense, los bloggers gozan de la secrecía de fuentes.
De esta forma nos acercamos más a la idea de los reporteros ciudadanos, figura que desde hace unos años ya explotan algunos cibermedios como Ohmynews o más recientemente, 20 minutos, misma que tiene sus antecedentes en el Periodismo 3.0 y este último a su vez, en el periodismo participativo o ciudadano, que inició en los albores de los años 90 en los Estados Unidos.
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