En TV Azteca duró más la campaña de promoción del noticiero de 7 a 9 que encabezó Javier Solórzano, que el tiempo en que éste tardó en dejar la emisión por la fuerte censura que existe en la televisora del Ajusco.
Así, quedó claro que la libertad de expresión se sujeta más a las dos directrices de lucrar e influir que tienen la empresas de comunicación, que al trabajo profesional que realizan los periodistas.
Las causas de su salida son diversas, pues Solórzano y su equipo no podían hablar de varios temas o personajes, tales como el Subcomandante Marcos, el Opus Dei o grupos de música, como los Rolling Stones o Depeche Mode.
Sin embargo, no hay que olvidar que esta no es la primera ocasión en que Solórzano se ve en aprietos por causa de los dueños de algún medio.
Antes fue director del periódico El Independiente del fraudulento empresario Carlos Ahumada Kurtz, al que renunció el mismo 3 de marzo de 2004, cuando Brozo dio a conocer los videos que le entregó el diputado del PAN, Federico Döring que dejaron al descubierto a René Bejarano, entonces coordinador del PRD en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal.
De hecho en el 2003, Ahumada trató de hablar con el entonces jefe de Gobierno capitalino Andrés Manuel López Obrador, con intermediación de Solórzano como consta en el Periódico Reforma del 2 de abril de 2004.
Para Solórzano, fue mejor salir de TV Azteca, que permanecer y alimentar con su imagen a una televisora que iba a terminar por acabar con su afición por informar.
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