Hoy se cumplen 20 años de un fenómeno histórico en la historia del futbol global.
Durante el juego que la selección de argentina ganó por 2-1 a los ingleses en el Mundial de México 86, Diego Armando Maradona consiguió dos anotaciones, que por su picardía y originalidad, quedaron grabadas por siempre.
La primera de ellas, fue la llamada “Mano de Dios”, y la segunda, cuando al driblar desde su propio campo a medio equipo de los ingleses, encaró a Peter Shilton para marcar el “Gol del Siglo”.
Más allá del triunfo que significó avanzar en la Copa, esta victoria representó para Argentina recuperar el orgullo, ese que se vio menoscabado cuando en 1966 perdieron en Wembley ante Inglaterra en la Final; y también tomar revancha por esa dignidad que los ingleses mancillaron, al robarse en una guerra absurda e injustificada, las Islas Malvinas.
Diego, no sólo cobró la afrenta deportiva. Sino que con ese espíritu tan especial, con el hambre de barrio, logró darle tintes extra deportivos, “al robar”, a quienes antes robaron a Argentina.
De entre todos los videos que encontré, escogí este con la crónica original del uruguayo Víctor Hugo Morales, que además, viene con titulos para poder entender lo que reseña. En él destaca la frase: "barrilete cósmico", metáfora que utiliza para señalar a Diego como un cometa con trayectoria indefinida, al que mira la tierra, compuesta por los ojos de los aficionados.
1 comentario:
Maradó, maradó!
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