José Manuel Nava, quien fue el último director de la antigüa cooperativa de Excélsior, cargo que ocupó del 20 de febrero de 2004 y hasta el 23 de enero de 2006, fue asesinado ayer en su departamento, marcado con el número interior 201 y ubicado en el número 3 de la calle de Varsovia de la Colonia Juárez de la Ciudad de México.
El periodista de 53 años, fue encontrado con heridas de arma blanca, en el cuello y en el tórax, luego que la semana pasada presentó un polémico libro en el cual critica al gobierno, y a la comunidad empresarial.
Precisamente su última obra, Excélsior El asalto final, trae en la portada la imagen de un buitre, que ataca a un tecolote, símbolo del legendario diario, uno de los más reconocidos de América Latina.
De acuerdo a información publicada por Impacto El Diario, con base en el libro de Nava, "Durante cinco años, Excélsior se vio abrumado por tantos problemas, que resultó materialmente imposible para los cooperativistas leales sacarlo del pozo [...] entonces cuando apareció un salvador, que por migajas, se adueñó del cabezal del rotativo y de la famosa esquina de la información, en Reforma y Bucareli, la mejor de México, por 536 millones de pesos".
"Milagrosamente la Secretaría de Hacienda condonó el adeudo de tres mil millones de pesos de impuestos atrasados y el IMSS levantó todos los embargos", señala en su página 5 Impacto El Diario en una nota firmada por Roberto Meléndez en la edicion de hoy.
Excélsior, uno de los diarios más antiguos de México, fue fundado el 18 de marzo de 1917. Vivió sus días de gloria entre los años 60 y 70, bajo la administración del periodista Julio Scherer García y fue vendido en enero de 2006 al magnate Olegario Vázquez Raña, dueño de Grupo Imagen y de Grupo Ángeles, este último por cierto, en líos con la justicia por la construccion en Lindavista de un nuevo complejo médico de lujo.
Por cierto, que en el Nuevo Excelsior, no se ve que le hayan dedicado al menos una línea a Nava.
2 comentarios:
seguro no lo hicieron porque ellos mismos son unos hampones basta ver el ecocidio de lindavista del nuevo dueño de excelsior vazques raña y que el gobierno de la ciudad nada hace al respecto.
Lamentable que existan este tipo de crimenes sin que nadie levante la voz. Ojalá y que el libro que escribió no quede en el olvide y que la verda que cuenta sea conocida por más personas.
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